martes, 25 de mayo de 2010

Artículo de La Nueva España

La Flor brota con retraso

El público se hizo de rogar en el mercadón de primavera de Grado, que compitió con las playas y la Ascensión de Oviedo l Los comerciantes remontaron las ventas a partir del mediodía

Lorena VALDÉS, Grado

A Grado le llevó su tiempo ayer florecer. El buen tiempo, que invitaba a estrenarse en la playa, y la celebración de la feria de La Ascensión en Oviedo hicieron que el público se hiciese de rogar, hasta pasada la una de la tarde, en la Segunda Flor de la villa moscona, que va siempre acompañada del Mercadón de primavera dedicado a los quesos asturianos. Pero al final, el Mercadón saco pecho y los vendedores recuperaron el tiempo perdido y consiguieron que los visitantes se fuesen a casa con bolsas llenas de exquisitos productos gastronómicos. Grado supo plantarle cara a la competencia más dura gracias a sus mejores armas: tradición, calidad y buenos precios.

Si la Primera Flor atrajo a la capital moscona a miles de visitantes, a la Segunda le costó lo suyo colgar el cartel de completo. En el parque Manuel Pedregal, unos cincuenta expositores de Asturias, Cantabria y Castilla y León, tuvieron los mejores productos para la despensa, quesos, panes, embutidos, dulces..., a punto para el gentío desde bien temprano. Pero ayer les tocó esperar y no desesperar. «Recemos por que La Ascensión no se coma el brote de esta Segunda Flor», bromeó Eduvita Ribera, de Cangas de Onís, mientras preparaba una degustación en su puesto de queso de Gamonéu.

Los vendedores más veteranos se encargaron de tranquilizar a los nuevos, preocupados por no obtener tajada a la Segunda Flor. «Al final esto sale adelante, ya lo veréis», pronosticó Félix Martínez, de Villaviciosa, mientras vendía un bollo preñao. Y así fue. La banda de gaitas «Conceyu de Grau» entró en escena en su debut en su villa natal, a lo grande, tocando el himno de Grado. Ese que repite una y otra vez que: «¡Viva Grado, que Grado viva, que viva Grado todo la vida». Tras los aplausos, y un par de piezas más, el Mercadón comenzó a animarse y el pesimismo se alejó por completo de la mayoría de los puestos.

«A la gente le gusta comprar directamente a los productores y Grado es un ejemplo por su mercado tradicional que logra mantenerse siempre vivo», comentó Carlos Villabrille, de la quesería Valles del Oso, satisfecho con su clientela. Y es que Grado tiene su tácticas para ganarse a los compradores. «¡Tú lleva el queso, que tienes crédito, ya vendrás a pagarlo», invitaba Arturo Sanz.

Entre compra y compra, el público aprovechó para disfrutar del sol en las terrazas de la villa, encontrar mesa y tomar el vermú al aire libre no fue fácil. Con el calorcito, fueron muchos los moscones que decidieron prolongar la sobremesa y reenganchar con una verbena, en la que sobraron las chaquetas.

La Segunda Flor de Grado bailó ayer al son de la banda de gaitas «Conceyu de Grau», en su primera actuación en la villa . Perfectamente conjuntados con sus polos negros, los músicos locales irrumpieron con fuerza en el parque Manuel Pedregal y tocaron temas tan populares como «En Oviedo no me caso», «Chalanero» o «La guía», ante la atenta mirada de sus paisanos. La banda, formada por 24 gaiteros, cuenta con miembros de todas las edades que han contribuido a que el concejo recupere la música tradicional, informa Lorena VALDÉS.


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